2.01.2006

Cremallera

08/23/05

Porque el día se arrastra como un paquidermo, el calor lo tremendiza todo y solo me da curiosidad pensar que estarás haciendo. Porque sí, solo por eso, porque son las 7 de la mañana y lo mas lógico y vital parece ese sentimiento básico que nace con una lanza para enfrentarse a lo que nos dicen una y otra vez que es lo normal, moviendo el dedo arriba y abajo.

Ahora juego con la palma de uno de mis pies, el que tenía mas acerca, el mas propicio para ser víctima de este experimento en el que imagino tu dulzura en forma de roces sobre la piel que mas alejada del mí que mueve el resto.

Fuera no pasa nada, fuera todo es material inorgánico sin valor, fuera nada comprende que te imagine levitando, que esté seguro de que levitas porque si no, no estaría pensando en ti. Fuera todo es de un vulgar que asusta y no quiero salir para que la gente me haga daño con sus pensamientos de cuchillo de sierra para cortar el pan. Para que me quiera morir de inanición en el pozo al que me arrojan cuando me hablan de apartamentos, coches, móviles, ordenadores, deuvedés, relojes, reproductores de música, gafas de sol, cámaras de fotos, ropa, facturas, sueldos... o me describen conversaciones que deberían diluirse en el agua del mar por siempre.

Mientras, me someto al tobogán antipático del mínimo esfuerzo, y las cosas pierden su gracia de tanto tenerlas entre las manos de mi cabeza. Las astillas siguen sin infectarse y puedo seguir andando del piso de arriba al de abajo y al revés, sin que me duelan las plantas de los pies. Otra vez las plantas. Pareciera que están ahi agazapadas, esperando su oportunidad ansiosas. Porque no puede ser bueno olvidarte de algo tuyo de esa manera.

Las canciones vienen y van en su tranvía de madera de siempre, sacando la mano para saludarme y la cabeza para decirme algo que no escucho bien porque a veces soy tan tonto que solo lo asocio con el letrero de procedencia del tranvía. Y entonces me pierdo en mundos imposibles de vivencias y conceptos como burbujas.

Porque soy tan tonto que con tal de que no se me note, busco maneras de decirte cosas que no hace falta decir, solo para que no te des cuenta de que no soy mas que un amasijo de ideas sencillas atrapado en un día que se arrastra como un paquidermo gris por el calor.