Post-Apocalipsis

11/02/05

- Quien va ahí?!

...

- Habla, extrraño, o porr la sangrre de mas de un metaobispo te coserré a balazos.

- Baja el arma, amigo, no pretendo nada de lo que tienes esta noche. Sólo aprovechar tu fuego antes de proseguir mi camino. Si te parece bien.

- Es eso un niño lo que llevas a la espalda?

- Sí.

- Niño o niña?

- Te es absolutamente indiferente.

- JAJAJA! Siéntate un rato compañerro, que el fuego te caliente. Es más, ya que me pillaste en una noche generrosa como una estrrella, te darré un conejo grris que cacé harrá unos días, antes de que se me ponga malo del todo, ya sabes cómo es el desierrto.

- Sabes cómo llamaban a estos conejos grises antes de la Guerra? Ratas. Y había 1000 por persona en algunos puntos del planeta.

- Qué me aspen si lo sabía! JAJAJA... Sólo sé que menudo festín entonces, porque mirra que están buenas las cabrronas! JAJAJA... Segurro que tampoco se comerrían los bichos.

- Te lo agradezco. Cucarachas, y no, no se las comían, y a los escurridizos tampoco, claro que eran mas pequeños entonces.

- Tampoco! Aunque clarro, con tato pajarrito... Buff... Grmftefkdg... Buff... Y dónde decías que te dirrigías herrmano?

- No te lo había dicho, pero me dirijo al Sur, a la ciudad de Grymalkin.

- Herrmosa ciudad, ya lo decía mi tío, al que la Divina Metaesferra tenga en su glorria, lo que no encuentrres en Grrymalkin es que no existe o está enterrado bien hondo. JAJAJA!

...

- Es una niña, verrdad? Dime, extrraño, vas a cambiarrla porr algo? Algo de gasolina? Ropa? Una buena puta que te acompañe en tu viaje, quizás? O un puñadete de tóxicos? Aunque lo mismo te conviene hacerrla crrecerr un poquito más, con una piel tan terrsa...

- No. Mira, acércate, te contaré un secreto, ves ésto? Es una Microsoft de cañones recortados y alto calibre, fabricada justo después de la Guerra. Con ésto pretendo reventar toda la ciudad de Grymalkin. Y con ésto te convertiré en un sonriente y goteante túnel con extremidades si vuelves a mirar así a la niña.

- Destrruirr Grrymalkin? Tú sólo? Debes estarr loco... Buff... No sé porr qué nadie querría acabarr con la ciudad más imporrtante de este lado de la Isla.

- Por la destrucción en sí, mi poco agraciado paisano. Apenas recordarás como era el Mundo antes de la Guerra, pero sí la destrucción, la degradación, el caos que la siguió. Y nada hay mas bello que éso, nada más lleno de posibilidades.

- Loco... ya lo decía mi tío...

- Algunos nacemos para destruir. Para llevarlo todo al fondo mas absoluto, porque cuanto más profunda sea la brecha, mas alta la caída, mas bello será lo que nazca después. Más libre de viejas cadenas y mentiras. Como jardineros de una especie.

- Mirra, amigo, no es que no me interrese lo que dices, perro se empieza a hacerr tarrde y mañana serrá un día de mucho trrabajo en la grranja. Acábate el conejo, si quierres. Supongo que siendo como erres, hasta tendrrás prrecio porr tu cabeza, igual hasta porr la de la niña, perro que me jodan si me jugarría la vida porr algo a estas alturras... Si con el Sol ya te has ido, que tengas suerrte y todo éso que se decía...

- Gracias, buen sueño, mantendré el fuego hasta irme.

- Si se acerrca algún pepito, cógelo parra la niña, mi tío decía que les gustaban mucho.

- Grillos, se llaman grillos.


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