Rémoras IV.

02/12/05

Imagina un botón mas en tu Fotolog.

Imagina un opción: Hablar con Grenier físicamente.

Imagínate ahí sentad@ sobre tu silla, en la biblioteca, en tu casa, en casa de alguien. Y que me formo a tu lado.

Imagina que mi pelo se forma de madera. Mi ropa de plástico. Y mi piel de fina piedra pulida. Todo a través de materiales de tu alrededor.

Imagíname sentado frente a ti.

Imagina que me dirías.

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02/09/05

Y yo antes del FIN! me pido:

Jugar con las olas saltando como un duende bajo la Luna.
Disfrutar de un comic y un vaso de leche tras una exhausta noche de sexo.
Devorar cientos de copas de chocolate sentado en el suelo por los efectos del THC.
Colgar los pies de una barandilla.
Volar soñando con volar.
Correr descalzo por una moqueta.
Jugar con el silencio y la expectación.
Esconderme para asustar al desprevenido.
Hacer una hoguera.
Beber zumo de naranja en plena resaca.
Que se me ponga la cara colorada.
Encogerme en una vieja butaca de cine.
Comer un showarma en un portal.
Dejar que la música mueva mis hilos de títere.
Cantar en voz alta de vuelta a casa a horas imposibles de catalogar.
Pegar patadas a las naranjas de mi calle.
Levantar el dedo corazón a los de siempre.
No dejar de mirar el naranja de los atardeceres.
Perder el tiempo.
Mordisquear un moflete.
Que me engulla el agua helada del mar.
Abrazar a alguien a quien pensase no volver a ver.
Comunicar alucinaciones a través de lazos invisibles en bosques eternos.
Pasear por Londres con los ojos de un cachorro.
Sentir el Sol.
Arrastrar los pies.
Quedarme dormido en un sofá en un regazo mientras mi pelo abraza a unos dedos.
Sacar la lengua bajo la lluvia y empaparme.
Otro primer beso.
Seducir en un autobús, disimulada y ambiguamente, claro.
Discutir, chillar.
Debatir ciego sobre la forma dimensional o consciencia del universo.
Compartir auriculares.
Jugar.
Buscar grietas en toda física y metafísica.
Escribir mis descubrimientos de última hora, por si a alguien sirven de lo que sea.
Imaginar mas cosas que poder hacer.

...La mudanza debe ser complicada...

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03/01/05

Arrastro los pies.

Por vago, por imagen de despistado intencionada, por un entrañable deseo de llevar la contraria a mi madre cuando crío, porque sí.

Pero arrastro los pies.

El viento no hace mas que empujarme de vuelta a casa, que es una bonita palabra para describir la pensión donde vivo, y mis pies siguen arrastrándose, luchando por manifestar que no se equivocan.

Porque arrastrándose demuestran lo que pueden.

Demuestran su desprecio por las formas; su desobediencia; su amor por el mundo sucio del ras de suelo, sobre y entre mierda, nada mas digno y aristocrático que mostrar consciencia del hecho; su falso estilo; su falta de practicidad buscada de manera obsesiva, hasta ser bandera; su sutil ausencia de interés y creencias; su vacío de respeto hacia la veneración y el culto; su profundo asco por el paso de ganso de las pequeñas legiones; su abstración orientada a elegante y seductora; su cansancio reconocido; su franqueza; su desconocimiento de término medio, a camino perpetuo entre la incredulidad y el agnosticismo, y un mundo de ilusiones, sueños y posibilidades perdidas entre contenedores y pasos de cebra.

Es fácil mirarlos y sonreír condescendiente...

- Viejos bastardos, abandonad vuestro tramposo susurro y solo llevadme a donde quiero ir de verdad. Patear hasta romper tiempo y espacio por mí.

Y sigo arrastrando los pies, caminando como una urraca, estirando mi vista como un elástico de patio de colegio, para buscar el brillo de la bisutería olvidada entre las rocas.

Pero mis ojos ya son otra historia.

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03/05/05

Y fuera, con el tiempo, con el viento, todo crece.

Todo se ramifica, y donde menos se esperaba surgen brotes, y donde mas se esperaba mueren flores imposibles.

Todo se hace fuerte, y espera las estaciones, se acurruca y resiste el Invierno para pegarse la vida padre en Primavera.

Todo mete los piececitos bajo la calle, haciendo saber lo que va a costar quitarlo de allí.

Todo se impone cuando llega su momento. Hasta que la presencia de todo importa tanto como su ausencia. Y lo que importa de verdad es su lugar, su hueco, su nicho.

Y aquí dentro, las cosas no podían ir diferentes.

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03/23/05

Ñic-ñic-ñic.

Imaginemos que alguien llegue y te diga al oído, en mitad de la multitud, que la realidad que percibes está compuesta por pequeñas piezas interconectadas.

Imaginemos que te pones a desmontarla mientras haces tus tareas habituales.

Imaginemos que se convierte en una de las cosas mas intensas que has hecho en tu vida.

Imaginemos que, un buen día, descubres que no llegas a ningún sitio, que no tiene fin y que te empiezan a doler los dedos de la subjetividad.

Imaginemos que aún así no puedes parar, porque estás enviciado, porque no recuerdas ya como era estar sin eso.

Imaginemos que es como veo la vida, justo como plástico de envoltorio lleno de burbujitas que te pones a estallar sin saber bien por qué.

Aunque, con que imaginemos algo me conformo, Realmente.

Ñic-ñic-ñic.

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03/31/05

Mucha gente me llama Mikel, y soy una PUTA.

Mi vida es el placer de los demás, y antes lo asuma creo que mejor será para todos.

Quien me conozca un poco, sabe que no puedo estar sin escribir, sin buscar dentro de mí dudas que resolver para expresarlas, y así satisfacer unos breves momentos al lector, calmar sus ansias, o simplemente hacerle pasar un buen rato cómplice.

Mis sonrisas se dosifican, mis besos están estudiados, mis comentarios son puro alarde.

Ya cocine, bromee, folle o debata, mi placer siempre viene a través del ajeno.

Todo va en función del tipo de público.

Muchos me llamarías ÉMPATA, pero soy una PUTA. Me encanta serlo, y sinceramente, no puedo imaginar muchas cosas mas hermosas.

Y si algo he aprendido en estos meses de Fotolog, es que he llegado a una buena CASA DE PUTAS.

Dadme un abrazo.

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04/02/05

Me encantan las moquetas.

Su olor a habitación cerrada, su tacto aspero, la sensación de estar tumbado allí sin que nada te pudiese arrancar de tu éxtasis, totalmente protegido de la frialdad del espacio exterior...

Supongo que todo viene de aquellos cuartos de juego totalmente enmoquetados, con la estantería a la izquierda, y un gran baúl de juguetes a la derecha, fabricado para ser volcado al método constelación nada mas quitarte los zapatos y entrar; dejándonte caer y olvidándote de todo lo demás.

Y es que me gustan mucho.

Seguramente porque aunque sí tuve baúl y estantería, nunca tuve ninguna moqueta en la que repanchingarme mientras de fondo, en la radio, no dejaban de sonar canciones ochenteras. De haberla tenido, seguro que ahora pensaría en polvo, aspereza e irritación, y horribles ácaros con cara de malo.

Y lo peor es que seguro que hasta habrá marcado mi carácter.

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04/06/05

Entrelaza tus dedos con los míos. Que suban por mi brazo para que como una película de artes marciales desconecten los cinco centros neurálgicos de mi cerebro. Que me provoquen esa semiincosciencia que siempre ando buscando.

Mantente cerca, para que pueda transcribir los códigos secretos que contienen todos los olores que me mandas.

Para que tu risa le ponga sombreros divertidos a los gusanos que lo llenan todo.

Para que salir a cenar recién duchados sea la primera vez, una y otra vez.

Para que tus bocados me acunen y me hagan olvidar que madurar es aprender que hay cosas que nunca podrás cambiar, dogmas de titanio.

No hagas nada, que la simpleza de colores del vacío de tu propia presencia me cambie de escalón, de como es el mundo a como puede serlo.

Si lees este mensaje, significará que aún sigo perdido tras el naufragio, solo vuelve a enrollarlo dentro de su botella y a arrojarlo al agua. Porque quizás no deba llegarle a nadie.

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04/07/05

Nada de lo que vais a leer servirá de nada. Os levantaréis en un rato de donde sea que estéis sentados, miraréis un par de rollos mas en algunas páginas, volveréis a vuestras cosas... Y este pequeño texto se irá por el desagüe.

Y es por esto por lo que lo escribo.

La muerte es como una de esas obras surrealistas. Como una de esas personas fascinantes. Como una imagen en la retina que sabes que nunca se irá.

La vida es una cadena de momentos, diferentes para que los valores, limitada para que te pares a valorarlos.

Y luego están los errores. Como el de ser conscientes de ésto, querer vivir los momentos antes de que sean recuerdos, porque al llegar a serlos vemos el final, y todo se viste de melancolía. Pero forzar esa consciencia es como obligarte a sonreír, mas desesperanzador que una buena oportunidad hundida en la corriente.

Y las imposibilidades. Sin recuerdos no hay buenos momentos, sin el halo sombrío del fin no hay recuerdos, sin Muerte no hay Vida. Todo un círculo, y si algo es un círculo es infinito, y si algo nunca fuimos capaces de asumir es la idea de infinito.

Olvidad todo ésto en cuanto podáis. Seguid luchando contra las imposibilidades, tratando de cometer menos errores, entreteneos, eso es todo, no hay mas.

Y que toda esta espiral de letras tecleadas vuelva a su sitio, a la colección de palabras nunca dichas que guardo bajo mi cama en botes usados de colores comidos por el tiempo.

Tararead la canción que viene a continuación, posteadme si os apetece, cerrad esta ventana y seguid intentando cosas. Es lo que hacen los niños inconscientes que aún no saben lo que hay bajo la cama, o bien prefieren imaginarlo.

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04/10/05

Hoy me siento bien y quiero seguir así.

Hoy no quiero llegar a conclusiones definitivas sobre mí mismo.

Hoy no quiero deslumbrar con una última triple vuelta mortal de tuerca.

Hoy no quiero ni aprender ni enseñaros.

Hoy solo quiero que estar desenchufado me dure, que ser protagonista y no narrador se quede conmigo toda la noche, que estímulos y sentidos me llenen por completo.

Y creérmelo... o no planteármelo. Total, tan poco es que las cosas se planteen nada acerca de nosotros.

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05/02/05

Como si te viese.

Como si pudiera meter mis manos en el monitor y abrirlo como las cortinas de un teatro.

Visitando mi flog casi dos semanas después.

Comprobando si vengo cargado de respuestas, de la respuesta. Buscando una complicidad entre mis perífrasis que cuando llega resulta tan excitante que sería ilegal si fuese mas fácil de conseguir.

Y, moviendo acciones y reacciones a través de kilómetros de cables, tubos, hormigón y todas esas cosas tan eminentemente prácticas que casi parecen dañinas, todo lo que puedo hacer es decirte que no con la cabeza.

Que nadie nunca sentirá el viento como tú.

Ni le sabrán las tartas de manzana, queso o chocolate igual que a ti.

Ni pensará lo mismo mientras trata de compartir realmente una buena tarde de sexo.

Ni le dará por los mismos juegos cuando esté borracho o drogado.

Que nadie tendrá nunca una visión de las estructuras como la tuya, que siempre estarás sol@ con un enorme cajón de cosas por compartir a buen recaudo.

Aunque no sé si hay algo mas verdadero que ver esa individualidad reflejada en otra. Bien pensado quizás lo sea todo.

Y todo ese revoltijo de emociones y filosofía y contradicciones en espiral no tienen respuesta porque no deben tenerla.

Ves? Realmente no tenía nada que decir, solo quería decírtelo.

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05/04/05

No es fácil nacer en Groenlandia.

Nada mas nacer tu piel queda aislada del frío exterior por varias capas de pieles curtidas y tejidos. Tu sentido del tacto se atrofia a la vez que sensibiliza.

Siendo niño te desenvuelves patoso jugando con otros niños, cuidadoso porque sabes que cualquier tontería les duele enormemente bajo el frío.

Pierdes la virginidad agitado, pensando en que hacer cuando acabes y vuelva el frío, como protegerte. Además de que no es que éste ayude a relajar, precisamente.

Y mueres en un ataque de tos y vaho, con tu ya débil estómago arrugado por el frío punzante, con temblores abrasivos en cada centímetro de tu piel.

Pero...

Pero por mucho que nos esforcemos en imaginar, nunca sentiremos palpitar, nunca sentiremos los matices de un abrazo como puede hacerlo un groenlandés.

O al menos eso pensamos nosotros al sol.

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05/17/05

Supongo que sí, que será verdad, que el cielo está hecho de claras baldosas de tacto frío y liso.

Que estamos encerrados en sólidas burbujas de gruesas dimensiones que no podremos vencer aún destrozándonos los nudillos.

Burbujas que, con pasmosa estática, se desplazan junto a otras, formando constelaciones de blanca frialdad dolorosa. Constelaciones en espiral hacia un portal hacia algo, algo en lo que podemos perder nuestra burbuja, lo cual me resulta aún mas terrorífico que tenerla.

Puede que últimamente haya volado demasiado, haya pasado demasiado tiempo suspendido en el aire, acariciando las juntas entre baldosas con las yemas de mis dedos, buscando una grieta, una abertura, como haría cualquier otro animal. Y sí, vale, puede que me haya equivocado, que en el aire no hay, nunca habrá vida, que ésta está ligada a nuestras pisadas, a la tierra, dentro y fuera, arriba y abajo, nueva y vieja.

Así que hoy, por ser hoy, estoy relativamente contento, sentado mirando las baldosas del cielo con las piernas cruzadas, pensando que ha sido un buen vuelo y alegrándome de haber vuelto.

Y esperando chocar con otra burbuja de material igual de sólido que desestabilice todo esto un buen rato.

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26 - 06 - 2005

Conviérteme en un noble atormentado de finas prendas de seda y sonrisa maliciosa.

Conviérteme en un curtido pirata de mil tabernas, islas, horizontes infinitos y noches en cubierta.

Conviérteme en un escritor visionario de chaqueta de pana, papeles arrugados en los bolsillos y una inseguridad imposible de disimular.

Conviérteme en una criatura nocturna del bosque, de ojos brillantes y casa en un tronco. Que solo responda ante sí mismo y ante los secretos escondidos en cada rincón.

Conviérteme en criatura desanudada y descompensada de caos y transgresión contra las esquinas, y mil millones de cosas mas que no llegan a poder ponerse de pie al quererlo hacer todas al mismo tiempo.

Conviérteme en un angel de luz de neón, rizos dorados y ojos de lago helado y ventoso. Un ángel déspota de piel fría, con la cartera siempre repleta de ilegalidades.

Conviérteme en mí.

Pero no me dejes mas estar así de desubicado.

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30 - 06 - 2006

La belleza como una enorme pompa de jabón, con ese movimiento tontón, extraño y a la vez natural que solo tienen las enormes burbujas cuando flotan sobre nosotros, y sin preguntarnos ni darnos opción nos encogen a cuando a los 8 años vemos nuestro primer elefante tan gris y tan lleno de colores. Saltando sin saltar, como arrebatados del asfalto y haciendo que algo se retuerza dentro de nosotros, con dos lavanderas italianas secando en espiral las toallas que llevamos debajo de la ropa.

Y esa pompa de jabón lo es todo, un todo mas pequeño y difícil de encontrar de lo que parece, pero, bueno, algo bello no puede estar en todos lados, aunque sea todo. Y compramos entradas en pasajes antiguos como el arte, las drogas, el afecto, con enormes cristaleras que se convierten en enormes pompas que graciosamente rebotan lentamente, puntualmente sobre una alfombra de sueños tejida con... no quiero saber con que anda tejida.

La belleza como incontables matices, momentos, elementos y combinaciones de ambos. Y salpicados como polen nacen niños de ojos múltiples, que saben que hay tantas longitudes de onda en las que resplandecer como ojos en percibir las frecuencias. Y esos niños se reconocen, como en El Pueblo de los Malditos, pudiera ser por los tentáculos prismáticos que van dejando en todo lo que hacen, cada vez que se mueven, casi inintencionadamente, casi. Monstruos de pasos desconcertantes y bellezas inabarcables de varias perspectivas.

Y paso de -ismos etiquetadores, no pretendo fijar o exponer dogma o corriente, solo rendir pleitesía de adicto sometido a algo que está tan por encima nuestra como una enorme pompa de jabón. Una burbuja de transgresión y trascendencia. Algo más, siempre algo más.

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06/06/05

¿Como os hubiera gustado siempre despediros a vosotros?

En mi mundo, que, después de todo es todo lo que tengo, una puerta de vieja madera se abre en la habitación de una casa encalada de un pueblo siciliano, finales del s.XIX. La ventana está abierta, dejando ver el mar, y sobre el suelo danzan un par de hojas arrancadas, celebrando la brisa que entra por la ventana, y aguardando ser recogidas por una preciosa chica pálida a la vez que morena, comedida pero jovial...

"Sí, tienes toda la razón, unas hojas arrancadas de un diario nunca, nunca jamás, deben ser forma de despedirse, sobre todo cuando se ha vivido tanto, y se ha compartido mas aún.

Si te soy sincero, en un principio no pensaba siquiera hacerlo, prefería esa romántica idea de que tú construyeras tu explicación, llena de giros sorprendentes y razones mas grandes que nuestra misma existencia juntos. Y que me odiaras, y así la vida de tus ojos cambiase del verde al rojo, pero nunca se apagase. Pero no podía soportar la idea de dedicarte unas últimas palabras, un último guiño, una última caricia en la mejilla.

Y por eso, solo por eso, escribo estas líneas en mi último amanecer bajo este techo, sobre esta mesa sobre la que tanto tiempo he vertido pensando en ti. Las estrellas vieron mi vigilia, esperando la luz anaranjada que me diese fuerzas para decirte todo ésto, para no decirte nada.

Me encantaría describirte, hacerte un mapa, una fórmula especial que te desarrollase el secreto, el gran secreto, pero no lo sé, nunca lo supe. Quizás porque no exista, quizás porque no esté hecho yo para tales descubrimientos. Así que deberás conformarte con que te diga que pocas bellezas mayores existen que el brillo en los ojos de una persona que haya vivido la desgracia, que trates de rodearte siempre de aquellos que no han nacido para triunfar o para convencer a los demás de que así es, y que nunca olvides que el mundo de verdad está dentro de ti, donde reside toda la libertad de tu naturaleza, sabiendo que la nostalgia ni las ilusiones te pueden hacer olvidar que la materia prima son las capturas de los sentidos.

Seguro que ahora sonríes condescendiente, recordando mis gestos en mis palabras, y comprobando que sigo manteniendo los mismos vicios de mesías que cuando me conociste. Junto al resto de defectos que hoy me hacen marchar al no creer en mi vida aquí, no en ti, ni en mí, sino en la vida aquí, yo, sabiendo que tú no quieres marcharte ahora, tal vez lo harías, pero no quieres.

Cuando estés llegando a éste último párrafo, ya estaré embarcado junto a una de esas multitudes que tan sólo me hacen sentir, y aunque mire, huela u oiga, no estaré allí, estaré columpiándome entre los sueños de una vida en un nuevo lugar al que hacer mío y los recuerdos de tu voz y tu cabeza junto a la mía bromeando todo el tiempo, casi todo el tiempo, supongo que tratando de seguir el ritmo que las olas me impongan. Y es que aunque no me lleve nada conmigo, me llevo tanto que con el tiempo no sabré donde meterlo.

Cuídate, recuerda, vive y sueña, no puedo pensar nada mayor que encontrarnos algún día, en algún lugar y en ese abrazo tan sincero que algún genio loco no dudaré en utilizar esa energía para construir a buen seguro un arma mortal.

Gracias y de nada. Te aguardo en el viento sin esperarte."

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07/18/05

Un telón púrpura como un amanecer lluvioso se abre lentamente para mostrarnos a Jean Grenier NiñoLobo, quien, ataviado con finas y sencillas prendas, se dirige vigoroso al amplio y fiel público que zapateante expecta algo más que termine la corona de esta noche de Verano tan larga y especial.

Jean Grenier.- Y aquí, como todo lo concebible, termina lo que nació para morir para así poder ser bello. Aquí termino yo, o tal vez no lo haga, y con el reflejo de inteligencia de un ser pequeño y eléctrico, evite la muerte en el refugio de algún otro personaje también nacido para morir a su vez. Pero bien os podéisis quedar con esta despedida, porque no habrá mas, estaría muy ocupado negando mi propia existencia.

El pequeño Puck se gira, guiñando un ojo a la multitud.

JG.- Lo que sería verdad, naturalmente, de haber existido alguna vez y no ser mas que un amasijo de atrezzo, maquillaje y máscaras, unidas para vuestro disfrute, para, en la medida de lo posible y condiciones de cada uno, haceros volar lejos del polvo y del asfixiante peso de la cotidianidad repetitiva, monótona y circular. Y así, moldeado de la nada por los pequeños deseos de un escritorzuelo de cuarta o quinta, ser embarcado en un motivo, algo que (ojo!) no es que sea moco de pavo tal como están las cosas hoy en día.

Manos en los bolsillos, cabello despeinado por un gran ventilador tras el decorado, el joven duende se acerca hasta el borde exterior del escenario, donde se sienta con una honda expresión a caballo entre honestidad y añoranza.

JG.- Porque, bien debéis saber que no estuve hecho para sentir, ni para implicarme. Una máscara, por muy bien diseñada que esté, jamás se hizo para llorar, reír o aterrorizarse de manera espontánea. Toda esta sinceridad y naturalidad parten de la ciénaga del sinmotivo, del impulso y la irracional capacidad de sentir y vivir esta realidad, tan lejana a mí como a vosotros está el ser absolutamente ejemplar en cada uno de vuestros gestos, el pesado don de que hasta vuestro meñique simbolice alguna condición humana.

De un salto se pone en pie, se retira un mechón de pelo de una de sus puntiagudas orejas, y con una última y marcial reverencia sonríe a unas gradas llenas de sonrojados rostros alineados.

JeanGrenier.- Y si, siquiera por el instante que dura el suspiro de una pulga, pensasteis que envidio cualquier condición diferente a la mía, desengañaos, para todo eso está quien pobremente escribe estas líneas, yo soy mucho, mucho mas. Soy todo lo que él quiera, todo lo que vosotros queráis que sea. Porque aunque compartimos realidad, numerosas (mas de las que nadie podría contar jamás con sus torpes dedos de carne) perspectivas existen, y mas de la mitad os arrancarán una sonrisa, un fulgor de ojos. Y eso está en mí, no en vosotros. A menos, claro, que conozcáis otros Pucks como aquel que os habla. Por tanto, por todo, solo me despediré como de alguien de mi talla se espera, con una sonrisa, un hastaluego, miles de besos a las damas, y algún que otro abrazo a los caballeros... Marchen, disfruten de cada ápice porque no habrá otro igual y vigilen los rincones oscuros que atraviesen al volver casa. Quien sabe? Bien podría haber algún otro Puck acechando.

El telón se cierra lentamente sobre la reverencia de Jean Grenier NiñoLobo, la orquesta toca Azzurro de Adriano Celentano, y el público comienza a abandonar la sala. Pronto, poco mas que unos papeles, envoltorios, y pequeños desperdicios, pueblan el escenario ya apagado. La función terminó, otras muchas están por venir, tantas que darían dolor de cabeza a quien intentase contarlas. Y en la completa oscuridad, entre bastidores, una pequeña risa hace eco por todos esos ya viejos rincones abandonados.

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